domingo, 12 de febrero de 2012

España,pueblo de luchadores.


Decía Pío Baroja allá por 1920 lo siguiente:

“ Los españoles hemos sido grandes en otra época, amamantados por la guerra, por el peligro y la acción; hoy no lo somos. Mientras no tengamos más ideal que el de una pobre tranquilidad burguesa, seremos insignificantes y mezquinos “.


Por el contrario, Joaquín Costa en 1896 asegura que

“ Un artículo de la Constitución declara que todo español está obligado a defender la Patria con las armas en la mano, y lo que ahora hay que decir es que todo español está obligado a servir y defender la Patria con los libros en la mano. España tiene que encerrarse en la escuela y en la Universidad como en un nuevo claustro materno y no salir hasta que se haya dado una cabeza nueva “.






Los dos tienen razón, la cultura de un pueblo no sirve de nada sin armas que la defiendan, y la fuerza sin ideales que defender es simple barbarie.

Desde luego, hay que considerar como forjadores de nuestra nación española a todos y todas los que en ella vivieron y trabajaron, levantando catedrales, roturando los campos o saliendo a la mar, ellos que son nuestros padres y madres, abuelos y bisabuelos, y a su vez hijos y nietos de otros españoles. Ellos construyeron esta Nación y no sobra decir que en esta época de Mundialismo y Globalización tanto económica como cultural , no está de más decir, repito, que lo que construyeron fue para nosotros.
Ellos levantaron un jardín, otros como Cervantes, Rosalia, Becquer, el maestro Rodrigo o Ramón Llul le llenaron de estatuas, de música y de espíritu.
Ese jardín que hoy se marchita, a lo largo de los siglos necesitó de quien lo defendiera, ese alguien debía ser tan fiero o más que los agresores, y así fue: gracias al valor guerrero de los españoles existe Europa y sus continuaciones culturales en ultramar como EEUU o Australia. Claudio Sánchez Albornoz es claro al respecto, sin el guerrillero reino de Asturias los musulmanes habrían vengado la derrota de Poitiers en Francia con un nuevo y más fanático ejército en pocos meses. Ese ejército que hubiera aplastado a los francos y colonizado la dividida Europa de los siglos IX a XI jamás llegó a formarse ya que los soldados y el dinero necesario se encontraban haciendo frente a los focos de resistencia en el Cantábrico y más tarde en las montañas de Navarra, Aragón y Cataluña.
¿Cuánto debe el mundo al Renacimiento? . Bastante, sin duda. Tanto como avanzar cultural y tecnológicamente en tres siglos como en los diez anteriores de Edad Media en los que se pierden los conocimientos científicos griegos y el ordenamiento jurídico y administrativo romano.
Sin España y su valor militar, sin la gran victoria en Lepanto en la que nuestros héroes destruyeron el peligro otomano causando 30.000 bajas al ejército turco, pesadilla de Europa, si los españoles no hubiésemos estado allí las débiles ciudades estado italianas de Siena, Padua, etc., grandes por su cultura pero indefensas ante la amenaza turca habrían sido ocupadas, hoy el Vaticano sería otra Santa Sofía y Florencia otra Albania.

Sonadas han sido las derrotas españolas , desde Guadalete, Aljubarrota, Uclés, Sagrajas hasta la última Guerra Civil - no hay mayor derrota que una guerra entre hermanos - algunas auténticas matanzas físicas, otras suponiendo pérdidas del orden nacional durante décadas e incluso siglos, las grandes derrotas - he aquí el mérito español - también forman parte de nuestra historia, en multitud de países se tiende a esconder con vergüenza los momentos tristes, nosotros nos sentimos orgullosos porque nos recuerdan que la fortaleza no se mide por las veces que uno cae si no por las que uno se levanta, si caímos una, dos o trescientas veces, las trescientas nos volvimos a levantar; Ningún pueblo ha sido más veces invadido ni ha participado en más conflictos, nadie nos ha regalado nada, vencedores o vencidos, imperialistas o sometidos, agredidos o agresores, nadie puede negar al español el valor de luchar por lo que cree, sobreviviendo a desastres que a otras naciones les ha costado la destrucción.




Españoles en combate,de los celtíberos a la Guerra de Irak,Antonio Martínez Miguélez 2005.

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